Existen
una serie de trastornos inducidos por el alcohol como pueden ser:
trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos del
sueño, trastornos sexuales etc. Me voy a centrar en el tema de la
celotipia
alcohólica, por las repercusiones y el sufrimiento que conllevan. En el
alcoholismo crónico, el tema de los celos es un rasgo bastante común.
La celotipia son las dudas y sospechas respecto a la fidelidad de la
pareja. Estas dudas, pueden ser en un principio ligeras y pasajeras y
convertirse con el paso del tiempo en firmes, permanentes y a veces,
desgraciadamente, en violentas. Hay que tener en cuenta que el consumo
excesivo de alcohol, puede producir una impotencia sexual o al menos,
una disminución de la libido. Pensemos también que el alcohólico llega a
abandonarse en su aspecto físico y lo que es más grave, en su más
elemental higiene personal. Hay una falta de diálogo porque la mayor
parte de las veces, el alcohol le impide mantener una conversación
coherente. Existe un malestar continuo familiar, tanto en la pareja,
como en los hijos. Pueden aparecer problemas económicos y laborales. A
veces, desaparición del hogar hasta altas horas de la madrugada… en
definitiva, se produce un deterioro en la convivencia. De todo esto, la
persona con un problema de alcoholismo es consciente y piensa, en sus
momentos lúcidos, que no puede dejar de beber aunque diga y mantenga de
cara a los demás, que puede controlarse y dejarlo cuando quiera. Él sabe
o al menos así lo cree, que lo suyo no tiene solución.
El alcohólico
recapacita en esta situación y en los momentos de sobriedad, aparecen
sus dudas con respecto a la convivencia familiar, laboral y social. “Soy
un desastre; apesto a alcohol; estoy siempre sucio; mintiendo y
manipulando la vida de los demás; se siente impotente a nivel físico y
psicológico; y percibe que da asco a su pareja; problemas constantes en
el trabajo, recibe sanciones y vienen los problemas económicos. Siendo
así, ¿por qué me soporta mi mujer?, ¿será que hay otra persona en su
vida? Seguro que sí. Me comparará con otros y será alguien que yo
conozca, en este caso siempre saldré perdiendo. Busca su felicidad fuera
de mí…”
Más o menos estos son los pensamientos que en un principio
pueden aparecer en la persona alcohólica, para ir convirtiéndose con el
paso del tiempo en pensamientos reiterativos y permanentes, que
incidirán en reproches, violencia verbal e incluso a veces física
llegando a casos extremos donde se produce la muerte del conyugue, el
trastorno de la celotipia asociada al alcohol, aparece como uno de los
más significativos por las consecuencias que origina, tanto en el
paciente como en su pareja. Para terminar, enviar un mensaje de
esperanza a todos aquellos que sufren este problema. Superar, el
alcoholismo no es difícil si se hacen las cosas bien; Si el enfermo
quiere y se pone en abstinencia, asiste a grupos de autoayuda, toma su
medicación y no se expone a situaciones de riesgo, alcanzara su objetivo
que no es otro que no ¡¡VOLVER A BEBER ALCOHOL !!
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