sábado, 9 de julio de 2016

ALCOHÓLISMO JUVENIL

El alcoholismo en los jóvenes comienza ante la negativa inconsciente de enfrentarnos a la vida, al dolor, a la soledad, a los fracasos, la realidad nos muestra un problema serio de consumo de bebidas alcohólicas en nuestros jóvenes, lo cual no sólo habla de la ineficacia de políticas públicas sino también involucra directamente a la familia y a toda la sociedad porque al final todos tenemos que saber que a día de hoy el alcohol es una droga dura que junto al tabaco son las dos “culpables” por las que más personas fallecen y que más dinero cuesta a las arcas de la sanidad mundial. Este consumo de alcohol en adolescentes puede interpretarse como la consecuencia de la interacción de un número alto de factores, entre los que se pueden presentar: como puede ser familiar, de una relación con los padres basada en excesos de bebidas alcohólicas, influencia de los medios de comunicación, presión social como pueden ser los grupos de amigos, aceptación social y pretensiones de madurez, soledad en el hogar por falta de presencia de los padres por sus obligaciones laborales o sus vidas personales, depresión, hiperactividad, timidez, conflictos con las figuras de autoridad, traumas, problemas familiares o relacionales, impulsividad, falta de autocontrol, ansiedad, familiares alcohólicos, principalmente padres o abuelos, patrones de comportamiento obsesivo compulsivo que dejarán ver a los niños en formación conductas dominadas por la impulsividad y falta de autocontrol, ambientes hostiles y de riesgo como lugares de consumo (bares, fiestas, botellones…etc). Motivar o aceptar el consumo de alcohol y otras sustancias adictivas en el núcleo familiar y una falta de seguimiento al comportamiento y compañías de los hijos. En los últimos años muestran las estadísticas que el 76% de los jóvenes entre los 10 y los 14 han consumido bebidas alcohólicas y que el 60% lo ha hecho durante el último mes, siendo estas edades las de mayor vulnerabilidad para el inicio del consumo de alcohol, los programas basados en la prevención y en una intervención temprana en el desarrollo del niño hace que se fortalezcan los factores preventivos y se les proteja antes de que aparezcan los problemas de conductas adictivas.