jueves, 17 de noviembre de 2016

AVERSIVOS: GOTAS O PASTILLAS PARA NO BEBER

Se trata de unas pastillas o de unas gotas que no hacen ningún efecto en el organismo mientras no se beba alcohol. Pero, si se bebe, entonces se produce un choque terrible y el enfermo se pone a morir. Como se ve, estos medicamentos sirven para suplir la fuerza de voluntad que no tiene el enfermo. Éste se toma las pastillas o las gotas y ya sabe que no puede beber alcohol. Hay que hacer, por tanto, mucho hincapié en que jamás deben darse medicamentos sin que lo sepa el propio enfermo. Han de tomarse voluntariamente, en forma plenamente consciente y deliberada. Tomarlos es como estar encerrado en un hospital, porque el que los toma no puede beber alcohol. Pero es estar encerrado sólo en lo que se refiere a la bebida.
El enfermo entra y sale, va al trabajo, alterna con sus amigos, frecuenta incluso su bar o tertulia, pero no debe beber alcohol. Las pastillas o gotas para no beber, como es natural, no entienden si el enfermo ha tenido un gran disgusto que le obliga a beber o una gran alegría que hay que celebrar con vino, cerveza o cualquier otra clase de bebida alcoholica. Tampoco entiende si es nochebuena, o la boda de fulanito, o el bautizo de la hija de menganito. Estos medicamentos ignoran todas las sutilezas con que el alcohólico pretende engañarse a sí mismo. Para ellos el alcohol es alcohol, vaya servido en forma de sidra, de cerveza, de vino, de vermut, de quina, de jerez, de anís o de vodka. Incluso la pequeña cantidad de alcohol que contiene el vinagre desencadena la terrible reacción. Y es que, naturalmente, el enfermo alcohólico tiene que dejar de beber toda clase de alcohol. Y el que ha tomado estas pastillas o gotas se tiene que aguantar sin beber, por muchas ganas que tenga de hacerlo. Si no las hubiera tomado, a lo mejor se bebía "una cañita sólo" y luego venían otras dieciséis después, más luego vinos, algún vermut y por fin, bebidas exóticas ya en plena euforia alcohólica. De modo que, gracias a estos medicamentos, el enfermo se acostumbra a vivir sin beber. Y lo hace en la calle, en el bar, con sus amigos y compañeros, es decir, en el mismísimo escenario de sus triples hazañas alcohólicas. De esta manera se agotan sus reflejos condicionados y se desintegran sus esquemas de conducta alcohólica. Las pastillas o gotas para no beber son un par de muletas que te ayudan a andar mientras las piernas cogen fuerza. Al cabo de un plazo de tiempo que determinará el médico, el enfermo podrá dejar de tomar estos medicamentos. Ya habrá recuperado su dominio de sí mismo y podrá vencer, sin ayuda química, la tentación de beber, porque, durante el tiempo que ha estado sin beber, la tentación se ha ido debilitando y su voluntad se ha ido robusteciendo. Si fracasan con pastillas o las gotas para no beber, bien porque el esfuerzo beba aunque se ponga malo, bien porque el enfermo no sea capaz de hacer ni el mínimo esfuerza que representa tomar unas pastillas o unas gotas porque de ese modo, naturalmente, puede beber, entonces hay que empezar el tratamiento por otro camino que los médicos deberán decidir viendo la peligrosidad del enfermo. En general se trata de dos medicamentos con pocos efectos secundarios y bastante bien tolerados.

martes, 15 de noviembre de 2016

15 DE NOVIEMBRE DÍA MUNDIAL SIN ALCOHOL

Este día se creó para tratar de llamar la atención sobre una enfermedad que ha sido el azote de las últimas décadas del Siglo XX y promete ser bastante más cruel en este Siglo XXI. Es necesario una mayor concienciación, pero no referida a una sola fecha, sino al día a día, la repercusión social de todos los problemas relacionados con el alcohol requiere una respuesta para la prevención y ayuda a los sectores más afectados por este problema. Hoy es un día para reflexionar sobre el consumo de esta droga que lleva al maldito infierno a las personas y familias que caen en sus garras, destruyendo todo lo real y hermoso de la vida que es lo que más se debe valorar de todas las cosas que están a nuestro alcance, no estoy en contra de los que beben alcohol, es su responsabilidad y lo respeto, pero también queremos respeto para todos nosotros los enfermos dependientes del alcohol, primero porque no somos unos sinvergüenzas, ni maltratadores, ni unos viciosos, tampoco lo hacemos porque queremos, sé que para muchos que no están metidos en este mundo del alcoholismo es difícil de entender si les digo que ningún enfermo es culpable de su enfermedad, nadie sale a la calle y dice hoy voy a hacerme alcohólico¡¡NO!!, la enfermedad se reproduce por una serie de factores que hacen que la persona pierda la libertad de decidir la cantidad y cuando a de beber, no somos nada de lo dicho antes, ahora sí que tenemos que asumir las responsabilidades por haber bebido, somos ENFERMOS que un día perdimos la libertad, la bebida se apodero de nuestras vidas y pasamos a un infierno que si no hubiéramos parado, nuestro final hubiera sido la muerte, gracias a que hay muchas personas honestas, solidarias y con un gran coraje lleno de generosidad que nos tendieron su mano y nos levantaron, nos entregaron lo más valioso, su tiempo, y hoy podemos dar gracias por haber tenido la gran suerte de cruzarnos en su camino para que con su ayuda llegáramos a ser lo que hoy en día podemos disfrutar, de una maravillosa libertad al igual que nuestras familias, nos quitamos las cadenas con mucho esfuerzo, metiéndonos de lleno con los que son como nosotros, Albada es una Asociación donde están más que preparados para Acoger, Orientar y Rehabilitar a los enfermos y sus familias, cada año se demuestra con la cantidad de vidas que se salvan y así seguirá con las puertas abiertas para todas aquellas personas que quieran dejar el alcohol, y como dice el maestro Jesús Lasheras el alcoholismo hay que INICIARLO, ENTENDERLO Y MANTENERLO estas tres palabras son el secreto tan buscado por muchas personas y sus familias, desesperados por no poder salir de la adicción. Yo siguiendo con su ejemplo estoy más que comprometido con la sociedad y seguiré luchando con las armas de mi experiencia de casi veinte años de abstemio dando calor y aliento a todas aquellas personas que sufren esta devastadora y cruel enfermedad.