La cerveza sin alcohol causa los mismos efectos que con alcohol
Han confirmado recientemente que el sabor de la cerveza sin alcohol
desencadena la liberación de dopamina en el cerebro, sustancia liberada
por el consumo de drogas. Creen que las
señales sensoriales que se relacionan con las drogas, que van desde
sabores, olores o la visión de un bar, cafetería o pub de copas
despiertan el deseo en el cerebro. Esta afirmación coincide con la
opinión de muchos investigadores que aseguran que la dopamina juega un
papel crítico en este tipo de deseos.
Además, lo más llamativo y curioso es que
los investigadores observaron cómo el efecto era mucho mayor entre los
participantes que tenían algún familiar que había sufrido alcoholismo.
El problema está en si la persona es o no dependiente del alcohol, si
tiene problemas con el alcohol no deberá tocar la cerveza mal llamada
SIN ALCOHOL, hay que decir cerveza con menos alcohol, el cerebro de un
enfermo alcohólico hace una labor de autoengaño puesto que aunque esté
tomando una “sin alcohol” su cerebro no lo relaciona como si bebiera un
refresco, sino una sustitución de la de con alcohol y más pronto que
tarde volverá a caer en las redes del alcohol, aseguro que el 99% de las
recaidas en alcohólicos son por empezar a tontear con la mal llamada
cerveza sin, y para finalizar tanto el vino como la cerveza no son un
alimento, son bebidas alcohólicas fermentadas con un grado alcohólico
suficiente para que el dispositivo de la dependencia de un enfermo
alcohólico se ponga en funcionamiento, la sidra también aunque solo
tenga 4’5º de alcohol.
TODAS TIENEN MENOS ALCOHOL, NO SON SIN
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