El Síndrome
Alcohólico Fetal (SAF) es un conjunto de problemas físicos y mentales que se
producen en el niño cuando una mujer embarazada consume alcohol, alterando así
el normal desarrollo en el crecimiento del nonato. El motivo principal es la
facilidad que tiene el alcohol para atravesar la placenta. Se sabe que este
síndrome puede aparecer en el niño se consuma la cantidad que se consuma, por
lo que se recomienda que durante los 9 meses y la lactancia se abstenga por
completo de tomar cualquier tipo de bebidas alcohólicas.
Los principales
síntomas de un bebé con SAF son:
- Poco peso y talla al nacer
- Problemas en el desarrollo auditivo, visual, cardíaco, etc.
- Alteraciones a nivel cerebral importantes que afectan al cerebelo, hipocampo y cuerpo calloso, lo que dificulta el aprendizaje del lenguaje
- Anormalidades faciales como: Ojos de un tamaño inferior al habitual y rasgados, mejillas aplanadas, malformación del paladar y las orejas, nariz respingona y con una ranura y el labio superior mal desarrollado o inexistente. Además de una cabeza pequeña con la frente abombada y la mandíbula pequeña.
- Mal funcionamiento del sistema locomotor que dificulta la coordinación
- Alteraciones en el sistema nervioso central que hacen que haya retraso mental
- En ocasiones, hiperactividad, déficit atencional o impulsividad
- Falta de imaginación o curiosidad
- Muchas dificultades en el aprendizaje
- Deterioro cognitivo significativo con problemas en el razonamiento complejo, pensamiento abstracto, memoria, juicio y atención
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