El alcohólico bebe porque es un enfermo
El
alcohólico no bebe porque le guste la bebida, el sabor o el aroma, bebe
por los efectos qué le produce en su cerebro, en sus emociones, para el
alcohólico no es una bebida,
sino una droga que necesita para sobrevivir, y no están enfermos por
beber mucho, beben mucho porque están enfermos, la mayoría aun
necesitando el alcohol lo odian. Odian el beber, el sabor, los
resultados desastrosos de la misma, se odian así mismos por ser esclavos
del alcohol, pero a pesar de todo no pueden dejar de beber, porque si
lo hacen se encuentran mal. Cualquier bebida alcohólica puede ser la
causante del alcoholismo, sea cerveza, vino, sidra, wiski, ginebra o
ron, no influye para nada la clase ni la cantidad de bebida. La vida del
alcohólico es irreversible, una vez enfermo, lo será hasta que muera,
asi que hay que entender que nunca se curara pero si se evitara que
progrese. El alcohólico no es un vicioso, ni un degenerado, ni un mal
trabajador y mucho menos una mala persona, solo el 3% de los alcohólicos
están en la indigencia. La mayoría de los alcohólicos se quieren
rehabilitar una vez cansados de llevar una vida donde nunca faltan
problemas, familiares, sociales, laborales o con la justicia, y el que
no lo hace suele morir por suicidio, accidentes de coche o de trabajo,
enfermedades del hígado, canceres etc….suelen fallecer mucho más jóvenes
que la media de la población, y en la mayoría de casos que no quieren
salir del problema terminan en la cárcel, o en los Psiquiátricos, cuando
se llega a tocar fondo, ya no hay nada más que dos salidas o se ponen
en abstinencia o la muerte y este diagnóstico hasta el día de hoy es
infalible.
El alcoholismo es considerado una enfermedad que se puede controlar pero no curar.
Uno
de sus síntomas es un incontrolable deseo de beber y es una enfermedad
progresiva, y mientras el alcohólico continúe bebiendo haciendo un
montón de patéticos intentos por controlar la bebida, y tantos como
hace, tantos le salen mal, las promesas de un alcohólico duran hasta que
vuelve a coger otra botella, asi que si no lo corta su impulso de beber
seguirá en aumento. La única manera de controlar el alcoholismo es
mediante la abstinencia total.
El alcoholismo afecta a gente de toda
condición: jóvenes y mayores, ricos, pobres, abogados, obreros,
empresarios, amas de casa y madres. Solamente de una pequeña parte de
los enfermos alcohólicos son vagabundos o desahuciados; el resto
conserva a su familia, amistades, empleos y llevan una vida
relativamente correcta; pero su forma de beber afecta su vida. Los
enfermos alcohólicos son aquellas personas que tienen problemas
continuos y cada vez mayores en cualquier aspecto de su vida a causa de
la bebida.
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