martes, 21 de junio de 2016

LA DIPSOMANÍA: BEBER SIN CONTROL

Se trata de una forma de alcoholismo en la que se van alternando diferentes períodos de abstinencia prolongados con otros de excesivo e incontrolable consumo de bebidas alcohólicas, este hábito suele relacionarse con accidentes y actos de violencia de toda clase, desde robos, peleas, accidentes de trabajo o de coche, maltrato físico y psicológico de personas por lo que representa un riesgo notable, tanto para el enfermo como para su entorno además de poner en graves situaciones de riesgo al resto de la sociedad, a esta situación le llamo “los tragos de la muerte”, pues son personas con una gran inestabilidad y muy baja autoestima, aparte de una falta de responsabilidad, ya que cuando beben pierde toda clase de control y cuando están sobrios se hunden en grandes depresiones, estos enfermos se autoconciencian de que al no beber todos los días ellos no son tan alcohólicos como los otros que bebíamos todos los días y grandes cantidades y después viene la famosa frase engañosa “esos sí que son alcohólicos y no yo, que lo dejare cuando quiera”, esa es la mala suerte que tiene que por su manera de beber se cree que no tiene problemas con la bebida solo que están pasando por una mala racha, pero con el tiempo se arreglara, todo va sobre ruedas hasta que vuelve a coger otra copa de alcohol y ahí se le vienen todas otra vez encima pierde el control y esta vez suele ser peor que la anterior y asi ocurrirá mientras está vivo porque si está bien diagnosticado como que es un enfermo alcohólico lo será siempre y necesitara ayuda, y esto se sabe si se es o no porque hay dos clases de dependencia al alcohol, una psicológica, más relacionada con problemas afectivos y de relaciones personales que el adicto ha sufrido a lo largo de su vida, y otra física que se revela, entre otras cosas, porque en el momento en que la persona interrumpe la ingesta de alcohol se presenta el “síndrome de abstinencia”, caracterizado por temblores, sudoración, taquicardia (aceleración del pulso), ansiedad, irritabilidad, náuseas, vómito, falta de apetito, insomnio e incluso alucinaciones visuales o auditivas (delirio). Y para terminar aclaramos las dos formas de beber que cabe señalar que dentro de la dependencia física al alcohol se distinguen, una continua, en la que el enfermo necesita consumir a menudo o diariamente bebidas alcohólicas, y otra episódica, la dipsomanía, en la que se alternan etapas de abstinencia relativamente prolongadas (pueden durar una semana o más) con severas recaídas. ¿Necesitas ayuda?, pídela en una Asociación de personas dependientes del alcohol como por ejemplo ALBADA en la que yo estoy, ese es el primer paso para hacer posible parar la enfermedad, la siguiente consiste consiste en que la persona afectada reconozca el problema para erradicar el alcoholismo y la dipsomanía, y mucha gente con esta dependencia logra completa una recuperación cuando pone empeño, Una vez que se logra el reconocimiento de la adicción, el único tratamiento real consiste en la abstinencia y como grandísima ayuda la asistencia a los grupos de autoayuda y estar en contacto con el médico de cabecera y su psiquiatra para tomar la medicación que le digan, con esos apoyos y mucha paciencia por parte de todos enfermo y familia se sale del fondo.

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