viernes, 27 de mayo de 2016

CARTA PARA LOS QUE BUSCAN UNA VIDA NUEVA , DE UNO QUE YA LA ENCONTRO

Hoy me siento con ganas de escribir una carta a todos y a nadie, una carta identificativa para todas aquellas personas valientes y desesperadas que luchan contra la enfermedad más devastadora que tenemos en la actualidad en nuestra sociedad, EL ALCOHOLISMO. Si nos miramos a los ojos serias capaz de no mentirme, de no desviar tu vida hacia el precipicio del horror y las manipulaciones donde todo es falso y sin contenido real, te escribo esta carta para que leas y recapacites sobre lo que tú y yo tenemos en común, una fatal enfermedad que nos hace iguales en nuestra forma de beber. Tú puedes ser un estudiante brillante, una madre joven, un profesional admirado, una gran doctora, incluso una maravillosa esposa responsable o una abuela de gran aspecto y seriedad, puedes ser un alma extrovertida, el centro de la fiesta o incluso una persona temerosa con un gran complejo de inferioridad que tiene que sacar las fuerzas y el coraje del fondo de una botella antes de hacer alguna cosa por más sencilla que sea para los demás.
Puede que lleves tomando alcohol muchos meses incluso años, pero te sentirías mal y horrorizado si a alguien se le ocurriera llamarte ALCOHOLICO, lo negarías acaloradamente, aunque en el fondo secretamente te estás preguntando si verdaderamente lo eres, te contestare inmediatamente yo; Si no puedes controlar tu forma de beber, si bebes más de lo que te gustaría hacerlo muy probablemente tengas un conflicto con el alcohol, diciendo esta frase me refiero a la persona afligida que va empeorando progresivamente, reduciendo su mundo y todo lo que le rodea, cuyo único deseo y realidad es el consumo compulsivo de alcohol.
Tus hábitos de beber sean probablemente un secreto para muchos porque has hecho todo lo posible por ocultarlo y puede que quizás lo hayas logrado por no atreverte a beber en público, puede que seas el del lado opuesto que no se esconde y bebe a pesar de sus excesos y excentricidades sin miedo a los ridículos ni al qué dirán, puede que seas una de esas sombras que viven en la penumbra de los bares, puede que seas la vergüenza de tus vecinos, del barrio o de tú pueblo, puede que tú familia haya dejado de encubrirte y ni si quiera tus hijos busquen excusas para justificarte o puede que lo hayas perdido todo, trabajo, familia y amigos y estas solo por no controlar tu forma de beber.
Pero cualquiera que sea tu etapa en la que te encuentras ahora mismo, todavía hay esperanzas para ti porque todas las personas con esta enfermedad son recuperables. No te debes culpar ni avergonzar, tampoco necesitas acusaciones de “si me quisieras lo dejarías” o “no piensas nada más que en ti” o “con la educación que te hemos dado y mira para lo que te ha servido”. Todo esto no se debe consentir, porque nosotros no somos delincuentes, tampoco somos egoístas y mucho menos inmorales, todo lo contrario somos personas enfermas, qué más quisiéramos nosotros que no volver a tocar una copa de alcohol jamás.
Asi que debes tener claro que no hay culpables pero si debes aceptar que eres una persona enferma y que quieres “curarte”; Esta enfermedad es muy peligrosa, puesto que no solo destruye a la persona, también a todo lo que le rodea y si encima eres mujer tienes un problema añadido, la mujer alcohólica sufre más intensamente que el hombre; su psicología y su constitución son más complejas y sensibles, puede tolerar menos su propio desprecio y siente mucho más profundamente el estigma social que una sociedad ignorante pone todavía en el alcoholismo.
El falso valor con el que nos vestimos los hombres alcohólicos no llega a las mujeres, hasta que casi han matado su verdadera personalidad dentro de un cuerpo enfermo, para la mayoría de mujeres es difícil admitir incluso ante ellas mismas, que son alcohólicas, sin embargo si lo reconocen, ese primer paso es la puerta hacia la sobriedad y la cordura.
Si todavía no habéis dado ese primer paso debes pedir ayuda, pues todo el pánico y devastación física y psíquica son síntomas del alcoholismo y solo no lo vas a conseguir, aun estas a tiempo de engancharte a la vida y disfrutarla con la mayor normalidad, de hecho te garantizo que llegaras a ser mucho más feliz que la mayoría de la gente, y nunca desearas volver a tu antigua vida de bebedor llena de frustración y dolor, si recoges la suficiente humildad y deseo de “curarte” no solo será tu última copa, sino que te dará una nueva forma de vida increíblemente buena y beneficiosa para ti y para todos los que estén contigo

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