La
persona que lleva a cabo este primer contacto debe:
1.
Dejar hablar la persona, escuchando todo con detenimiento.
2.
Desde un principio empatizar: ponerse en el lugar del enfermo o del familiar,
comentarle que entendemos lo que está contando.
3.
Hacer que el paciente se sienta escuchado y comprendido por la persona que está
haciendo la acogida.
4.
Transmitirle que hay posibilidades de recuperación, siempre y cuando se deje
ayudar haciendo caso a pies juntillas de todo lo que se le diga.
5.
Importante no definir la duración de la acogida ya que será de muchísima ayuda
para el tratamiento todo lo que la persona tenga que decir en esta primera toma
de contacto.
6. Es de vital importancia saber qué cosas se deben decir, pero aún más importante, las que no se deben decir.
7.
Hay que saber y tener siempre muy presente que no hay que excederse dándole
vueltas a lo que se quiere decir, directo y al grano, y en caso que el acogido
desvié en algún momento la conversación llevando los temas a su terreno, con
gran habilidad se le volverá con la información real a retomar el buen camino
de la acogida. Tenemos que tener presente que, en principio, la persona que
acude en demanda de ayuda no tiene por qué estar interesada en los problemas de
aquel que lo está atendiendo. No es muy útil el primer día contarle nuestras
experiencias al recién llegado, ya habrá tiempo y donde es el lugar idóneo es
dentro de los grupos, así que quien realice la acogida en ningún momento debe
resultar “pesado” ni debe olvidar que el objetivo final, además de lograr que
el enfermo o familiar se sientan atendidos, entendidos y a gusto, es conseguir
que vuelvan a la semana siguiente y se integren cada uno en sus respectivos
grupos.6. Es de vital importancia saber qué cosas se deben decir, pero aún más importante, las que no se deben decir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario