Estaba leyendo una historia sobre el
deporte en los niños y la importancia que tiene para su formación y desarrollo,
es la educación combinada con el deporte una parte importantísima de la futura
formación del niño para convertirse en un hombre y a la vez una buena persona ,
yo he asistido a los campos de futbol donde esta historia que cuenta la charla
de un niño con su entrenador, también ocurre con los padres que quieren hacer
del hijo un profesional del deporte con una exigencia de adulto, dejando atrás la
realidad de que son niños y como niños que todos hemos sido me identifico con
la realidad de que dentro de su lista de prioridades está el divertirse y no el
ganar, ganar y ganar, estar el primero o ser el mejor del campeonato, El relato
es este:
Entrenador, ¿puedo hablar contigo?
Mira, enano, no estoy de muy buen humor
ahora… ¿qué quieres?
No, nada, era sólo una pregunta
pero…bueno, no es nada importante…
El entrenador nota en el jugador una
cierta seriedad, como si tuviera que decirle algo de cierto peso. Estaba
saliendo del vestuario pero se para para escuchar lo que le tiene que decir.
¿Qué quieres?
Quiero dejar el fútbol. No aguanto más.
Me voy
Jaime es un jugador de 12 años que
empezó a jugar a los 6 añitos en el club, el mismo que el de sus hermanos. Lo
hace bastante bien y se ha ganado un puesto en el primer equipo de su
categoría. Su padre le acompaña siempre a los partidos y a los entrenamientos.
Está muy orgulloso de su hijo porque juega en un buen equipo. Le encanta el
fútbol ya que él también jugaba e incluso llegó a jugar en amateur. Jaime lo
tenía todo: un buen club, unos padres que le apoyan, una familia futbolera,
buena calidad técnica… pero por lo visto todo se ha terminado, cuando parecía
que las cosas iban muy bien. Ascenso, celebración por todo lo alto…
Pero ¡qué dices, Jaime!
Sí, sí, lo dejo. Estoy harto.
Cómo vas a dejar el fútbol, ¿lo sabe tu
padre?
Me da igual lo que piense mi padre. No
aguanto más. Cuando empecé a jugar, iba con mucha ilusión a los entrenamientos.
Corría detrás de la pelota como un loco e intentaba meter el balón en la
portería. Me llenaba de alegría cuando lo conseguía. Mi padre me sonreía desde
la grada y aplaudía. Me sentía feliz jugando al fútbol.
Y ahora ¿no?
Todo ha cambiado. Ahora parecemos
profesionales del fútbol. Tu único objetivo es ganar, ganar y ganar. No nos
hablas más que de Mouriño, Pep Guardiola…Puede ser muy interesante para ti y
para equipos profesionales pero nosotros no somos el Barça ni el Real Madrid.
Somos niños, somos diferentes. Que si vamos primeros o segundos, que si hay que
ganar como sea, que si son de segundo año o de primero, que si han bajado dos
de preferente o de división de honor. Qué más nos da. No te das cuenta todavía
que nosotros lo único que queremos es divertirnos jugando y no necesitamos
ninguna tontería más.