Desde hace tiempo quería escribir
sobre lo que verdaderamente importa en la vida, todo se basa en el momento, en
el día a día, vivir cada minuto, cada segundo como si fuera el último, desde el
recuerdo de tantos años recibiendo a personas que venían desesperados con el alma desgarrada y el
corazón sin fuerzas para continuar sufriendo las consecuencias de una tragedia
como es caer en el mundo del alcoholismo con la perdida de libertad y no poder
decidir en cada momento de tu vida lo que quieres o debes hacer, historias y
testimonios de personas excepcionales que tomaron la decisión en un momento de
ese camino en dejar esa miserable vida y
abrirse a un desconocido como yo lo era para ellos y contarme como habían llegado
a esa situación de necesitar el alcohol más que cualquier otra cosa, la
humildad y la generosidad de esos testimonios en aquel momento, han llegado
hasta hoy dejando un gran legado de valentía por su esfuerzo y responsabilidad de ser unos supervivientes natos; gente que, en unas
circunstancias concretas, logró superarse a sí misma gracias a su fuerza
interior, muchas personas son infelices aunque estén perfectamente sanas, mientras
que muchas otras con mala salud se declaran “extremadamente felices”, siento tristeza cuando una persona
abandona sus principios y cae rendido a los pies de la maldición que nos hace
mal vivir una gran etapa de la peor manera dejándose superar por las
adversidades y poniendo escusas para no continuar con la lucha en la gravísima enfermedad
de una dependencia alcohólica, yo he sido testigo
del drama terrible de mi vida de alcohólico activo. Yo he visto en el
silencio de la noche, llorar amargamente a
mi esposa al ver tronchadas, sus ilusiones de tener una gran familia porque cambie
su amor y su cariño por una botella de alcohol.
Haber estado tendiendo
las manos en ayuda de los enfermos y sus familias durante muchos años, me hace
ser cómplice y estar más que preparado, ya que cosechamos
muchísima experiencia al escuchar las voces de la tragedia y del horror
cotidiano, que sufren muchos millones de personas con esta gravísima enfermedad, conocemos de sobras las historias urbanas
cientos de personas que mueren lentamente, que se consumen poco a poco,
gentes que querían comerse al mundo y se cruzó el alcohol en su camino y el
mundo se los comió a ellos, una gente que ha sido estafada por la vida,
llegándole a ofrecer el lado más oscuro de ella y en vez de vivirla se tomó la
decisión de bebérsela hasta caer en lo más hondo de los infiernos, cuando
caemos en las garras del alcohol toda nuestra vida pasa a ser una falsificación
de la que al nacer nos habían preparado puesto que no venimos con un manual de
supervivencia, y si el alcohol se cruza en nuestro camino, nos destruye todo lo
real y hermoso de la vida que es lo que más se debe valorar de todas las cosas
que están a nuestro alcance, y si caemos en las garras de la adicción tenemos
la “obligación de curarnos” y para eso debemos ponernos en manos de gente
experta de Asociaciones que sabemos cómo ayudar e informar para que la persona
vuelva a ser mucho mejor que antes, después del alcohol hay una vida
verdaderamente maravillosa y solo hay que hacer un esfuerzo….querer.