Miles de familiares o amigos cada día sufren el dolor de
ver cómo sus seres más queridos viven en un túnel imposible de
una enfermedad demoledora y cruel, que
en sus casos más extremos puede acabar llevándoles al suicidio. Conviven con un
constante sentimiento de culpa, con ese "por qué", ese "y,
si..." que se dicen cada día, desde que su hermano, amigo o padre
decidiera quitarse la vida. Son sobrevivientes de unos enfermos a los que la
sociedad sigue dando la espalda. Seres queridos que se quedan con un dolor
infinito y llenos de preguntas sin respuesta. Para ellos, este lunes se celebra
el Día Internacional de los
Sobrevivientes del Suicidio. Porque es un hecho que marca de
por vida a todo su entorno, del que apenas se habla y que aún se ve como un
estigma social. He estado casi veinte años metido en las entrañas de una
enfermedad devastadora como es al Alcoholismo y he visto de todo, suicidios,
personas que se han “curado”, recaídas hasta llegar a la muerte por no poder
con la enfermedad, entradas en la carcel por asesinatos, demencias y trastornos
brutales hasta no saber quiénes eran etc…Pero el que más impacto me ha hecho
han sido los suicidios, hablar con ellos el día de antes sentados frente a
frente y decirme “por dios Salvador ayúdame que no puedo más” y a los dos o
tres días tener que ir a su entierro, se te queda el corazón destrozado, se te rompe
la vida, es desgarrador, algo imposible de explicar, porque
todo iba por buen camino o eso creíamos, hasta que el enfermo corta de raíz
toda probabilidad de curación, a día de hoy todavía no sabemos hablar de la
muerte en general y del suicidio menos. No nos han enseñado palabras de
consuelo, la gente se centra solo en la gota final que desencadena un
suicidio, y esa gota encierra muchísimo dentro. Es una enfermedad ocultada".
A veces el suicidio se decide en unos segundos y otros están toda la vida
pensándolo y no lo hacen. El proceso
es muy complejo, puede que le deje el novio y en cuestión de
dos horas decida tirarse al río y otras pensando que esto no lo aguanto otra
vez he vuelto a beber y mira que dije que no ocurriría, pero esa promesa en un
alcohólico dura hasta que coge la botella otra vez" A veces hay arrepentimiento
por haberlo intentado, y otras no, pero también hay un
sentimiento de malestar y culpa por ver el impacto causado en su entorno. Viven
en un estado de alerta. Puede que no haya un arrepentimiento completo, pero sí
piensan en el dolor que han dejado atrás, porque es algo que modifica todo el
sistema familiar" Después viene la negación, y en ella también surgen
sentimientos y preguntas hacia quien se ha suicidado, el “por qué”, el “podría
haberlo evitado”, y produce ira, rabia, culpa, buscar un culpable en el
entorno, o dejar la culpa a terceros o al propio suicidado. Para intentar
ajustar la situación, darle una causa. La ira, la rabia, la culpa, el enfado
con Dios si eres creyente, con terceros. Y esa culpa por no enterarnos de
las propias señales que nos dan, porque pueden ser son
sutiles". es una enfermedad y la
gente no lo entiende, se cree que es algo de personas débiles,
pero no, es como quien tiene cáncer y le trata el oncólogo, en este caso te
trata el psiquiatra, te da medicación durante el tiempo necesario, "el
suicidio no se elige, sucede cuando el dolor que sentimos es mayor que nuestros
recursos para afrontarlo, en nuestra sociedad durante siglos el suicida ha sido
castigado porque hasta 1983 no se le hacía funeral, ni se le podía enterrar en
el cementerio, si no se hacía la vista gorda o no constara como tal".
Todo eso me ha cambiado sobre todo el darle sentido a mi
vida y también mi forma de ver al ser humano, que en vez de dedicarse a vivir,
desperdicia la vida en gilipolleces por tener un sobrante de estupidez. Yo me
replanteo al ritmo del día a día que la vida es
muy chula para despreciarla o malgastarla. Era muy meticuloso,
mucho, y me di cuenta que no conduce a nada bueno, porque si una cosa no da
tiempo de hacerla hoy, ya se hará mañana. Oficialmente, en Aragón hay
"un suicidio cada tres días, unos 100 al año de media, y por cada uno hay
entre 20 y 30 tentativas", entre los enfermos a los que atienden en psiquiatría
"consiguen grandes resultados, porque un 99% de ellos pueden curarse. La vida es muy simple, pero insistimos en hacerla complicada. Algunos buscan la felicidad, otros la crean…