Que los niños y los borrachos dicen la verdad no es una
falacia, tanto es así que entre quienes consumen alcohol hay un “rosario” de
mentiras que culturalmente se han afianzado y que vale la pena derribar, hay
muchas más, pero estas son algunas de las más usadas, con sus correspondientes
aclaraciones:
“Tomar
alcohol de vez en cuando no hace daño”. Hay quienes piensan que
beber solo los fines de semana no tiene efectos negativos sobre la salud, pero
no hay tal; el daño que produce el alcohol no depende del día de la semana en
que se ingiere sino la cantidad, la frecuencia y la velocidad con la que se
bebe. Si estas son elevadas un solo día de la semana, los riesgos son
terribles.
“Las
bebidas de menos graduación emborrachan menos”. El alcohol es el mismo en
todas las bebidas alcohólicas, el etanol, independientemente del tipo de
bebida, y su impacto en el cuerpo depende de la graduación alcohólica y de la
cantidad consumida. Una botella de sangría es tan dañina como una botella de Pacharán.
“Con
solo un chupito puedo conducir”. Eso es falso: aun en pequeñas cantidades, el licor afecta los
reflejos y la percepción del tiempo y del espacio.
“El alcohol me alegra y
estimula para salir de fiesta”. Nada de eso, el alcohol es un depresor del
sistema nervioso; puede que un poco de alcohol le aparezca lo que llamamos coger
“el puntito”, pero si se sigue tomando alcohol inevitablemente a la persona le
desaparece la alegría, pierde toda clase de estímulos y posiblemente y lo
aseguro que se carga y “jode” la fiesta.
“Yo nunca me emborracho…tengo
mucho aguante”. Eso es muy grave, porque significa que se ha desarrollado una
tolerancia al alcohol y cada vez se necesita más cantidad para producir los
mismos efectos.
“El tomar alcohol quita la
resaca”. Falso:
los efectos del alcohol solo se calman cuando éste se elimina del cuerpo; eso
ocurre a la velocidad de 0’1 gr por kilo y hora, en las mujeres ese proceso es
más lento. Mientras tanto, mejor duerma e hidrátese.
“El alcohol facilita el
sexo”. Hay que entender que es un depresor y puede inhibir la
respuesta sexual. Con un poco puede haber cierto “calentón”, pero después el
efecto será todo lo contrario.
‘El chicle,
el café con sal, comer pan o hacer ejercicio engañan al alcoholímetro’. Falso, el alcohol se
elimina por la respiración y por la orina el 10% y el resto se encarga el hígado
a la velocidad antes dicha y no existe nada que lo pueda enmascarar, si tomaste
alcohol el alcoholímetro siempre lo detecta.
“Beber alcohol comiendo
emborracha menos’. Falso.
Puede que el alcohol se retrase un poco en ser absorbido, porque la grasa lo
mantiene más tiempo en el estómago… pero después el alcohol ingerido hará su
efecto.
“Una
bebida alcoholica “light” y sin azúcar es más sano’. Eso es mentira, la mayoría
de los licores se producen a partir de melazas u otro tipo de azúcares. Que
tenga menos cantidad por concentración es otra cosa; al final, los efectos son
los mismos, porque siempre se tiene la tendencia a beber más cantidad.
La
costumbre de tomar alcohol para todo lo que nos ocurre en nuestra rutinaria
vida es de escándalo, si estamos tristes “chaparrazo”, si estoy contento “chaparrazo”,
porque he discutido con..”chaparrazo”, porque ha ganado mi equipo o ha perdido “chaparrazo”,
cualquier cosa es una excusa para beber
alcohol, y debemos tener en cuenta que el etanol es una droga y como tal
crea adicción y una vez dentro de ese infierno es muy complicado salir, aparte
de todos los destrozos que hace en la vida de la persona y su entorno, así que
lo mejor es 0% alcohol para todas las actividades diarias se disfruta más y la
vida se ve más maravillosa.