Una persona que ha ingerido una pequeña cantidad de
alcohol, se siente, generalmente estimulada, manifestándose de diferentes
modos:
- Cariñoso.
- Sociable.
- Puede convertirse fácilmente en una locuacidad excesiva (hablador cansino).
- Alteración del juicio crítico.
- Sociable.
- Puede convertirse fácilmente en una locuacidad excesiva (hablador cansino).
- Alteración del juicio crítico.
El tipo de conducta difiere además según los
individuos, y depende, en gran parte, de la personalidad. Un mayor consumo
de alcohol, conduce a:
- Exaltación.
- Exceso de confianza en sí mismo.
- Alternancias súbitas entre el buen humor y la agresividad.
- Deambulación incoherente.
- Exceso de confianza en sí mismo.
- Alternancias súbitas entre el buen humor y la agresividad.
- Deambulación incoherente.
A medida que aumenta el
influjo del alcohol, la marcha se hace más insegura junto con
los movimientos.
La intoxicación más intensa conduce a
la inconsciencia total. El alcohol es un tóxico; por eso la intoxicación,
incluso la más ligera, puede describirse como un efecto de envenenamiento. Sin
embargo, en la práctica, el término intoxicación alcohólica se reserva para los
grados más intensos de intoxicación. Incluso la intoxicación alcohólica
pasajera, puede en ciertos casos, conducir a lesiones orgánicas permanentes (lo
expondremos en los casos de consumo por menores) Si el contenido de alcohol en
la sangre alcanza a 4 - 5 gr. por mil, pueden paralizarse partes vitales del
Sistema Nervioso Central, haciendo cesar la respiración y la acción del
corazón, con muerte consiguiente. De cualquier forma, los efectos del
alcohol dependen de múltiples factores como son la cantidad total de alcohol,
en cuanto tiempo se consume, el peso corporal, el género, la edad, el humor o
estado de ánimo, el ambiente en que se consume, la tolerancia adquirida, el
consumo de medicamento u otras drogas, etc. En determinadas circunstancias el
consumo de alcohol conduce a reacciones mentales anormales como demencia
alcohólica. Sin embargo, esto no es frecuente, excepto en los alcohólicos. Los
síntomas que se observan (siempre en individuos alcoholizados) son:
- Retraso de la
actividad mental.
- Falta de memoria.
- Embotamiento de la sensibilidad.
- Alteración de la capacidad de juzgar la situación de tiempo y espacio.
- Temblores e incoordinación del movimiento muscular.
- Falta de memoria.
- Embotamiento de la sensibilidad.
- Alteración de la capacidad de juzgar la situación de tiempo y espacio.
- Temblores e incoordinación del movimiento muscular.
También puede existir visión
defectuosa, particularmente nocturna; reacciones tardías y aumento de la fatiga
después de los esfuerzos. Estas alteraciones funcionales significan que el
individuo intoxicado no se haya en condiciones satisfactorias con respecto a
situaciones tales como la conducción de vehículos y trabajos de precisión. El
mecanismo causal de todos estos trastornos es el efecto de alcohol sobre el
sistema nervioso, dado que es una droga depresora, y por lo tanto, está
alterada la transmisión de los impulsos nerviosos, que impiden el
funcionamiento normal.
El alcohol produce sobre el organismo un efecto tóxico directo y un efecto sedante; además, la ingestión excesiva de alcohol durante periodos prolongados conduce a carencias en la nutrición y en otras necesidades orgánicas, lo cual complica la situación. Los casos avanzados requieren hospitalización. Los efectos sobre los principales sistemas del organismo son acumulativos e incluyen un amplio rango de alteraciones en el aparato digestivo, entre las que destacan las úlceras de estómago y de duodeno, la pancreatitis crónica y la cirrosis hepática, así como lesiones irreversibles en los sistemas nerviosos central y periférico. Pueden llegar a producirse desmayos, alucinaciones e intensos temblores, síntomas del síndrome de abstinencia alcohólica más grave, y el delirium tremens, que puede ser mortal a pesar del tratamiento adecuado. Se ha demostrado en fechas recientes que la ingestión de alcohol durante la gestación, incluso en cantidades moderadas, puede producir daños graves en el feto, especialmente retraso en el desarrollo físico y mental; la forma más grave de este retraso, se llama síndrome de alcoholismo fetal. Pero además el alcohol es una de las llamadas drogas «duras» y en algunos aspectos (síndrome de abstinencia) más peligrosa que las más temibles drogas ilegales. Por otra parte su proceso de adicción está potenciado ya que es legal, universal y barata, incluso se potencia con una gran propaganda en la mayoría de los casos asociándole características que ciertamente no tiene, incluso contrarias a las que realmente posee. Concluido este recorrido del alcohol y las afectaciones que este produce sobre el cuerpo humano, pasamos a conceptualizar los trastornos por su uso, así como algunos conceptos clave para la comprensión de estos.
El alcohol produce sobre el organismo un efecto tóxico directo y un efecto sedante; además, la ingestión excesiva de alcohol durante periodos prolongados conduce a carencias en la nutrición y en otras necesidades orgánicas, lo cual complica la situación. Los casos avanzados requieren hospitalización. Los efectos sobre los principales sistemas del organismo son acumulativos e incluyen un amplio rango de alteraciones en el aparato digestivo, entre las que destacan las úlceras de estómago y de duodeno, la pancreatitis crónica y la cirrosis hepática, así como lesiones irreversibles en los sistemas nerviosos central y periférico. Pueden llegar a producirse desmayos, alucinaciones e intensos temblores, síntomas del síndrome de abstinencia alcohólica más grave, y el delirium tremens, que puede ser mortal a pesar del tratamiento adecuado. Se ha demostrado en fechas recientes que la ingestión de alcohol durante la gestación, incluso en cantidades moderadas, puede producir daños graves en el feto, especialmente retraso en el desarrollo físico y mental; la forma más grave de este retraso, se llama síndrome de alcoholismo fetal. Pero además el alcohol es una de las llamadas drogas «duras» y en algunos aspectos (síndrome de abstinencia) más peligrosa que las más temibles drogas ilegales. Por otra parte su proceso de adicción está potenciado ya que es legal, universal y barata, incluso se potencia con una gran propaganda en la mayoría de los casos asociándole características que ciertamente no tiene, incluso contrarias a las que realmente posee. Concluido este recorrido del alcohol y las afectaciones que este produce sobre el cuerpo humano, pasamos a conceptualizar los trastornos por su uso, así como algunos conceptos clave para la comprensión de estos.